Durante las próximas semanas, el pa amb tomàquet nos sabrá a calor de hogar: nuestro bisoño huerto ya ha dado sus primeros frutos, para pasmo de escépticos y correveidiles.
Y no queda ahí la cosa: tenemos de cinco clases diferentes.
Y pimientos.
Y lechugas.
(Las acelgas fenecieron).
Me encantan los pimientos (sobre todo) y las lechugas, pero es que el pan con tomate que probé en Barcelona era sublime.
Es que el pan con tomate hay que catarlo en su lugar de origen xD
Hablando en serio, para los catalanes es un esfuerzo extraordinario encontrar pan con tomate en el resto de España, lo que nos resulta insólito, porque para nosotros es como el arroz para los chinos.
Curiosamente, cuando me lo han puesto fuera de aquí, ha sido una tostada con tomate triturado y aceite por encima, que es parecido, pero no es lo mismo. El tomate hay que restregarlo en el pan, no depositarlo encima.
Pruébalo con unas anchoas de L'Escala y un buen pimiento Carretilla y me cuentas :)
He probado el pan con tomate en Madrid y en Donosti y es otra historia. Nada que ver con esa ambrosía que comí en Barcelona. Rosa, amiga barcelonesa, miraba asombrada mi cara de placer al atacar el bocadillo. Qué maravilla. Tomo nota de tu sugerencia que pondré en práctica en cuanto pueda.
Ponla, ponla, que me lo agradecerás :)
¡Me encanta! A mí, me gusta después de restregar el tomate por el pan (que raro suena esto por cierto), cortar a trozos el tomate que queda e incorporarlo a la "torrada"..mmmmm.
Y que me dices de la escalivada....
Que bien que tengáis un huerto, en mi casa también asoman los tomates rojos rojos, más bonitos.
Ya veo que dominas el arte de la torrada :) Bien por ti.
Pues sí, lo del huerto empezó por casualidad, pero ahí estamos. El año que viene lo ampliaremos, Elvis mediante xD