Dandis

Posted by : Le poinçonneur | 18 jul 2009 | Published in

Los que tenemos el carisma de una ameba, es lógico que nos busquemos unos cuantos referentes que nos sirvan de guía en este valle de lágrimas. Si encima de inútiles, somos aficionados a ciertas artes que requieren de ese carisma ausente, el drama se multiplica. Mas hacemos lo que podemos.

A mí mismo, simple y vacuo cual berberecho, me gusta vestir bien. Que habría que determinar lo que cada cual entiende por vestir bien: para mí, simplemente, la cosa consiste en ponerte lo que te da la gana, en función de un estilo propio. Vestirse, que no cubrirse: parece baladí, pero la diferencia es galáctica.

Como no tengo un duro, he de conformarme con mis camisetas y calcetines multicolores. Ocurre, además, que soy alérgico a planchar, lo que hace que, en mi vida diaria, haya desterrado las camisas, prenda que me subyuga y de la que llegué a acumular más de dos docenas simultáneamente. Hay que joderse que la vagancia gane a la bohemia, pero así son las cosas.

De vez en cuando, sin embargo, me gusta dar el golpe. En las bodas, por ejemplo. En la última, con mi veterano traje negro de raya diplomática, zapatos color miel y corbata verde césped, mi prima Mari me piropeó: ¡estiloso! Cuando me dijo que era el más elegante del evento casi me desmayo. Es lo que tiene la ausencia de autoestima, que con una tontería levitas.

¡Hola!, cada cierto tiempo, dedica unas líneas a tratar de dilucidar quién es, actualmente, el hombre mejor vestido del mundo. Sobre cuestión tan banal, existen diferentes teorías, mas hace un tiempo se aventuraron dos nombres, los de Rafael Medina, actual duque de Feria -el hijo de Nati Abascal, para los profanos- y Lapo Elkann, miembro de la familia Agnelli y patrón de la firma de moda Italia Independent, alfa y omega de todo lo in.

A Medina lo despacho pronto: siendo más joven que yo, se atavía como si tuviera 75 años -Arturo Fernández, a su lado, un hippy-.

El auténtico dandy arriesga, huyendo del conservadurismo. Es así desde la noche de los tiempos. Elkann -centrándome ya en mi candidato- combina los trajes que heredó de su abuelo -el gran Gianni- con unas deportivas azul turquesa y se queda más ancho que largo. Las gafas de sol, XXL. Sombreros, pulseras. Stravaganza en estado puro. Y arrestos, por qué no decirlo: ya daría yo un brazo por atreverme a hacer lo mismo. Atrás quedaron los accidentes con drogas y travestís: pleitesía ante Lapo.

Y es que en eso consiste el dandismo: en ser un excéntrico. Bien lo sabía el duque de Windsor cuando, en su exilio parisino, pedía gaseosa para acompañar los costosísimos vinos con que obsequiaban al exrey de Inglaterra. O el Avvocato, ya mentado, que lucía sus Rolex por encima del puño de la camisa. Del brazo de Grace Kelly, si era necesario.

Es por todo ello que bostezo cuando veo a Urdangarín y aplaudo si diviso a Marichalar, que, intrépido, casi nunca acierta, pero al menos tiene la valentía de intentarlo.

FOTO: HUBERTUS HOHENLOHE/ITALIA INDEPENDENT.

(14) Comments

  1. Tumbaíto said...

    Por favor... ¡Un verdadero dandy es Su Santidad!
    Está usted out out.

    18 de julio de 2009, 13:32
  2. Le poinçonneur said...

    Si lo dices por cuando se pone el gorrito de Papá Noel, hasta acabo por darte la razón xD

    Dandismo=atrevimiento.

    18 de julio de 2009, 13:40
  3. Tumbaíto said...

    ¡Y sus calzados, Lepoinçonneur!

    18 de julio de 2009, 14:29
  4. Le poinçonneur said...

    En el fondo este Bene siempre me ha hecho gracia. Le debo un post desde hace tiempo.

    18 de julio de 2009, 15:14
  5. Catalina

    Aunque veo carismático al tipo, a mi me parece un poco hortera...

    18 de julio de 2009, 17:23
  6. Le poinçonneur said...

    Esta noche duermes en la calle.

    18 de julio de 2009, 18:45
  7. No a todo said...

    Lapo tiene días. Otros parece que llegó el carnaval. Si te hubieras puesto el modelito de la foto tu prima Mari te hubiera dicho otra cosa y con toda la razón.

    Probablemente tu armario y el mío también se parezcan mucho. Otra más para la lista.

    No sé si también coincidiremos en esto: odio los polos y las camisas de manga corta. Mi tesis es que una camiseta no tiene cuello y una camisa no puede no tener mangas. Nunca uso ni unos ni otras.

    Un abrazo.

    18 de julio de 2009, 19:23
  8. Le poinçonneur said...

    Pues sí, otra más :)

    Las camisas de manga corta sólo las admito en contadísimas ocasiones, y siempre un modelo concreto de estampado. De usarse, obligatorio llevarlas por fuera. En cuanto a los polos, uno al año no hace daño, pero dos sí.

    Es cierto lo de Lapo. El modelo de la foto jamás lo llevaría, tanto por los colores como por otros detalles -odio ese tipo de solapa-, pero valoro que el tío tenga arrojo de presentarse así donde le dé la gana.

    Para terminar, seguro que compartimos horror: el que, pretendiendo a la vez ir elegante y refrescado, usa pantalón de traje, camisa de manga corta -sin americana- y corbata.

    A la cárrrrrrrrrrcellllllllllllll.

    18 de julio de 2009, 19:33
  9. Catalina

    ...y encima con ese nombre:

    Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe:
    lapo
    m. col. Escupitajo.

    18 de julio de 2009, 19:35
  10. Le poinçonneur said...

    En la puta calle. Ve sacando el colchón.

    18 de julio de 2009, 19:37
  11. No a todo said...

    Para terminar, seguro que compartimos horror: el que, pretendiendo a la vez ir elegante y refrescado, usa pantalón de traje, camisa de manga corta -sin americana- y corbata.

    Por supuesto que compartimos el horror. Uno, por la camisa corta (¡y encima con corbata!). Y dos, por quitarse la chaqueta.

    Brrr.

    19 de julio de 2009, 23:58
  12. Le poinçonneur said...

    Y encima se les pilla aunque, pudorosos, no se quiten la chaqueta para no delatarse.

    Y es que todo dandy sabe que el puño de la camisa ha de asomar al menos un centímetro respecto al de la americana. Si a través de la manga de ésta no se ve tela debajo: manga corta.

    A la cárrrrrrrrrrrrrrrcelllllllll.

    20 de julio de 2009, 0:38
  13. Alex said...

    Pero es que Marichalar es un icono absoluto. ¿Quién es capaz de vestir pantalones color pistacho con zapatos blancos? Un genio del disparate.

    Lapo (no lo conozco), llamandose así, ya tiene bastante. El tal Medina no lo conozco tampoco, pero no sé por qué, ya me cae mal. Por lo demás, tranquilo. En la boda serás la sensación, que un traje de H&M se presta a ello. Verás...

    20 de julio de 2009, 0:52
  14. Le poinçonneur said...

    Malvado...deduzco doble sentido en tu referencia al traje hacheyeme. De todos modos, tengo un plan B :P

    A Marichalar lo que le pasa es que le falta estilo. Un auténtico dandy puede ser feísimo, pero si carece de donaire, no tiene nada que hacer.

    20 de julio de 2009, 0:57