Parece que fue ayer, pero ya ha pasado un cuarto de siglo desde que Martirio arrasó el panorama coplero español a base de arte, gracia y personalidad. Desde que desterró a la mayoría de folclóricas al Pleistoceno, desde que me sedujo con sus letras descharrantes y sus peinetas imposibles.
Desde que me perfuma con su voz a cada toque de play.
Maribel, felicidades.
Gran mujer, es un referente de la Andalucía culta y moderna.
Ciertamente, Capri, ciertamente.
Y que siga con las gafas puestas digan lo que digan los cazurros.
Que siga siempre y nosotros que la veamos.
Leí la entrevista del domingo en el suplemento de El País, como me gusta esta mujer desde siempre. Quiero dedicarle también un post, sus letras al igual que sus peinetas, son pura poesía. Y unos ojazos verdes que tiran para atrás. Besos, arreglaítos pero informales :)
Ha costado que la tomen en serio -así somos, país de necios-, pero ahora tiene un prestigio merecidísimo. Que lo dure y que lo veamos.
Muaks.