Gentes de tan contrastada solvencia como el atinado bloguero Mr_Skyzos o mi áurica prima Sonia no cejan en recomendarme que vea Lost, al parecer, la madre de todas las series. Yo, empero, me resisto, no sólo porque el tema de fondo -unos cuantos tipos tirados en una isla que de desierta seguramente tendrá poco- me da bastante pereza, sino porque soy de un anarquismo tal que me impide seguir con regularidad ningún folletín televisivo de los que se emiten actualmente.
De la oferta presente, sólo me cuadro ante Aída, los domingos por la noche, y, si no hago otra cosa, los lunes repito con C.S.I. El resto del tiempo, o tengo la tele apagada, o, simplemente, se me olvida lo que ponen, que viene a ser lo mismo. Lo mío con la caja tonta es de vodevil: perdí el mando en la mudanza -debo ser el último español que ha de levantarse para cambiar de canal- y aún no he encontrado tiempo para instalar el cacharrito de la TDT que me regaló mi suegro hace más de un año. Debe andar por algún rincón del garaje. Eso creo, al menos.
Como soy, empero, de palabra volátil, he hecho últimamente un alto -momentáneo, a buen seguro- en mi abstemia de seriales en favor de Infidels, estupenda producción de Diagonal TV que se emite los jueves por la noche en TV3. Lógicamente, no recuerdo jamás la hora, así que, para evitar deslavazar lo ya embastado, he optado por disfrutarla a través de Internet.
Cuenta Infidels la historia de cinco amigas que, por diferentes circunstancias, se ven atrapadas en las sutiles redes del engaño, ese recurso al que solemos echar mano a la menor necesidad. Apatía, desamor, pérdida del ser querido, vacío existencial. Temas recurrentes que, por una vez, configuran una propuesta de un lenguaje alejado de las fórmulas al uso. Magnas las protagonistas, de Ingrid Rubio a una Montse Guallar en su mejor papel hasta la fecha.
Algún imprudente poco informado tachará a los guionistas de previsibles, e incluso de machistas -qué asco de palabra- por abordar una vez más las tribulaciones femeninas, normalmente tan cerca del thriller como del ditirambo. Son, efectivamente, mujeres retratadas como perfectas neuróticas, mas aún mejor es el esbozo de sus hombres, uno por cabeza. Brillantemente encarnados por efectivos intérpretes como Julio Manrique o Francesc Orella, no dejamos de de aparecer como lo que en justicia somos: unos gilipollas.
Infidels. Al tanto.
Internet, ese gran recurso. O cómo cree usted que su prima y el que suscribe seguimos la serie recomendada...
Y que tachen lo que quiera esa serie los machistas, que yo disfruté a rabiar con "Sexo en Nueva York" y ahora con "Gossip girl" por lo que son. Series. Irreales.
Hombre, yo me refiero a que la veo en la página oficial de TV3...
Creo que le gustaría a Vd. Pruebe, que el catalán no es demasiado difícil...
Acabo de ventilarme el cuarto episodio, y sigo para bingo :)
La verdad es que no tendría que opinar porque no la he visto nunca, sólo cuando la promocionan en TV3, pero creo que es difícil que una serie que se titula infidels y donde las protagonistas son unas chicas superguapas y delgadas (claro, la población femenina escogida al azar suele ser así, y además si son infieles no pueden ser ni amas de casa ni gorditas...mujeres de éxito profesional),no caiga en las típicas trampas y prejuicios que envelven la infidelidad femenina vista desde una óptima masculina, no machista.
La lesbiana femenina y atractiva, la paciente que se tira al terapeuta, el típico calzonazos que no satisface a su mujer neurótica y permanentemente insatisfecha (cuánta literatura!!!)...
Creo que la realidad de la infidelidad femenina, por suerte, supera a esa ficción prototípica y plana.
Hombre, con todos los respetos a Aina Clotet, Montse Guallar, Ingrid Rubio, Sílvia Bel y Montse Germán, ninguna de las cinco son lo que se dice unas pin-up. Son mujeres bastante normales, como las que tú y yo conocemos. Es cierto que no sale ningún adefesio, pero no me parece que destaquen por su exhuberancia.
Me parece una historia atractiva y bien interpretada, y no olvides que prácticamente todo el equipo, de las protagonistas a la directora -Maria Almagro- está compuesto por mujeres.
¿Acaso eres más papista que el Papa? :)
P.D. Estás muy guapa en las fotos del bombo ochomesino. Muaks.