Del mar de críticas que a menudo recibe, yo defiendo a Berlusconi. A mí también me gusta una lolita más que a un tonto un lápiz. Siempre, por supuesto, que la lolita en cuestión sea mayor de edad, primero, porque no soy un degenerado, y segundo, porque tampoco soy gilipollas, y no sería cuestión de acabar entre rejas por no pedir un DNI.
Ante los desalmados que me lo atacan, Il Cavaliere lo deja clarísimo: jamás ha mantenido relaciones inconvenientes con la juncal Noemí Letizia. No será este panfletero quien ponga en duda su palabra. Pido a los demás que hagan lo mismo. Ya está bien de estulticia: hablamos de un padre de familia. Y católico.
En base a mi alegato no cabe, empero, tachárseme de tornadizo: mi berlusconismo viene ya de antiguo. Dada la abulia que me transmite el insulso Zapatero, llevo años envidiando a los italianos: su líder, mesiánico, se tiñe, se opera, se maquilla, se duerme en las finales de la Copa de Europa, hace los cuernos en las fotos y envía a un autocar de churris a representarlo ante la UE. Si hasta graba, ay, discos.
Lo que viene siendo un hombre providencial.
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¿os acordáis cuando se disfrazó de pirata en una visita con Aznar?
Estoy por ir a que me bautice.
Menudos ídolos, oye.
Oiga, que Vd. es thatcherista. Y ésa sí que da -daba- miedo...
Viví en Italia casi dos años bajo la presidencia de Silvio. Viví su pérdida del poder. Voy por allí con mucha frecuencia. Y te aseguro que es de lo peor que hay en la política europea.
Cosa distinta es que me hagan mucha gracia algunas de sus bufonadas. Que cuando tiene el día, puede ser genial.
Una vez más, estoy de acuerdo con Vd. Yo no lo definiría mejor.
Hace poco leí que Silvio Berlusconi había conseguido dividir a Italia en dos: los que son como él y los que quieren ser como él. Ni que decir tiene que, para mi desgracia, yo -aunque no soy italiano- me encuentro en el grupo de los que quieren ser como él.
Por otra parte, la diferencia entre Zapatero y Berlusconi está clara: mientras uno utiliza el Falcon para acudir a un tedioso mitin del PSOE en Sevilla, el otro utiliza el avión de la Fuerza Aerea Italiana para llenarlo de chatis y llevárselas a su mansión de Cerdeña. ¡Y todavía les extraña a algunos que su partido vaya a ser el más votado en estas elecciones europeas!
Compadre