Shampoo

Posted by : Le poinçonneur | 23 sept 2009 | Published in

Para los antiguos, la pérdida de semen originada por la práctica sexual continuada podía conducir a la enfermedad, quién sabe si a la muerte. Que tal teoría era una gilipollez lo demuestra la donusura de Warren Beatty a sus 72, después de haberse tirado durante décadas a medio Hollywood y haberlo intentado con el otro medio.

Para mi solaz, esta tarde me he reencontrado con la descacharrante Shampoo, el mágico vodevil que mi adorado Warren estrenó en 1975 con gran éxito de crítica y público. Tiene una gracia infinita ver al pobre Jack Warden en el papel de un millonario entepreneur que, sin saberlo, es triplemente vilipendiado por el gran Beatty, peluquero de estrellas: en un plazo de 24 horas, se acuesta con su mujer -la divina Lee Grant, Óscar a la mejor actriz secundaria-, su amante -Julie Christie- y su hija adolescente -Carrie Fisher-.

Completa el círculo la también cornuda novia del protagonista, una joven Goldie Hawn en los albores de su carrera.

El filme, delicioso, fue coescrito por el propio Beatty -según la leyenda, poseedor de los atributos más frondosos de todo el star system-, lo que, sin duda, otorga al conjunto un aire autobiográfico imposible de disimular.

Shampoo
. Un clásico.

(2) Comments

  1. Alex said...

    Una película deliciosa que hace demasiados años que no veo. Biográfica, desde luego, y gamberra a la para que elegante. Y qué guapa estaba Lee Grant...

    Por cierto, como aviso a navegantes te diré que la leyenda (no sé si apócrifa) que el hijo de Fernando el Católico, el príncipe Don Juan, enfermó y murió (de tuberculosis) tras yacer sin pausa con su esposa cuatro meses después de su boda. No es mala forma de morir, la verdad...

    23 de septiembre de 2009, 19:32
  2. Le poinçonneur said...

    Coincido contigo en mi filia por la Grant. Haciendo de borracha en "Aeropuerto '77" también está para comérsela.

    Parece mentira que a ese Juan no le hayan puesto una calle en cada pueblo y ciudad de las Españas. Es indignante.

    24 de septiembre de 2009, 11:55