María Luisa Ponte Mancini nació en Medina de Ríoseco, provincia de Valladolid, el 21 de junio de 1918. De familia de actores, debutó ya de adolescente en el teatro, con obras de Ibsen o Cervantes. En 1952 rodó su primera película, La estrella de Sierra Morena, de Ramón Torrado, iniciándose así una fructífera carrera fílmica que la haría brillar, casi siempre de secundaria, en cintas tan señeras como El pisito (Marco Ferreri) o El verdugo (Luis García Berlanga).
En las décadas siguientes combinó sus intervenciones en los Estudio 1 de RTVE con colaboraciones con cineastas tan dispares como Jesús Franco, Mariano Ozores o Mario Camus. Sin hacer ascos a la astracanada, no tuvo reparos en abordar proyectos arriesgados como Tamaño natural (Berlanga, otra vez) o La petición (Pilar Miró).
Su particular físico, unido a su voz gruñona, la convirtieron en vehículo preferente para la comedia. Recuerdo con especial cariño su papel de madre de Ana Belén en La corte de Faraón (José Luis García Sánchez), probablemente el filme con el reparto más estelar de la historia del cine español.
Viuda prematuramente del también actor José Luis López de Rueda, padre de su única hija, mantuvo, durante casi treinta años, una relación sentimental con el no menos grande Agustín González, próximo objeto de atención en este cuadernillo.
Se despidió de las cámaras con su intervención en Canción de cuna, de José Luis Garci, a mediados de los noventa.
Murió en Madrid el 2 de mayo de 1996.
Vayan estas líneas en su recuerdo.
Foto: RTVE.
*Aunque últimamente lo tengo bastante abandonado, el cine nacional ha sido siempre mi preferido, por la cercanía de sus historias y protagonistas. Nuestra filmografía está llena de excepcionales actores y actrices que, por razones diversas, no consiguieron entre el gran público el reconocimiento que merecían, que sí disfrutaron a veces en el ámbito teatral, por definición más reducido. Muchos, empero, desarrollaron carreras cinematográficas tan brillantes como duraderas, normalmente en papeles de reparto en los que, a menudo, eclipsaban con su talento a los galanes o primeras actrices de turno. Creo de justicia reivindicar el trabajo de aquellos cómicos a quienes tanto debo. A ello me pongo dedicándoles esta sección que hoy se inicia, y que espero, como siempre, que sea del agrado de mis lectores.
Vi el otro día en la 2 un reportaje sobre ella, tremendísima...
Con toda esta gente no se ha hecho justicia.
Yo pondré mi granito misérrimo de arena para intentar reivindicarlos.
Besitos.
Pues vaya mi grano (de arena, que el acné juvenil acecha por todas partes) para reivindicar a los verdaderos actores como ella, si señor.
Grano recogido. De arena, claro.
El acné lo perdimos hace lustros, afrontémoslo...
Solo por su papel en "El Verdugo" merece reverencias. Una actriz enorme casada (ella definió así su relación con Agustín González) con otro grande vestido con ropas de andar por Entrevías. Además, trabajó con el tío Jess Franco...
Gran mujer y gran actriz, sin duda.
Y qué decir de don Agustín.
Muerto me he quedado con lo de Agustín González, vaya pareja de abuelitos...
Me encantaba esta mujer, a pesar de que la recuerde mayormente de "Farmacia de guardia".
Por cierto, me gusta la nueva imagen, no deja de ser elegante pero no tan sobria como la anterior.
Gracias Skyzos. Me gusta gustarte :)
Sí, la Ponte y González formaban una pareja rompedora. No querría estar presente cuando se discutieran xD