Vuelvo a conmoverme viendo Leaving Las Vegas. Uno de mis filmes imprescindibles, de ésos que, según el topicazo, llevaría conmigo a una isla desierta. Como si en las islas desiertas hubiera electricidad con que alimentar el DVD.
La historia de un desgraciado y una puta. Nicolas Cage y Elisabeth Shue en los que probablemente fueron los papeles de su vida.
A pesar de no haber requerido de sus servicios -nunca digas de este agua no beberé-, siento un gran respeto por las putas. Putas como Sera, de autoestima baja pero dignidad alta. Porque, al contrario de lo que se pregona, las putas no se rebajan a los clientes. Son éstos los que, muchas veces, dejan clara su ruindad al tratarlas como un trapo. A la escena de los adolescentes me remito.
He venido a Las Vegas a emborracharme hasta morir, sentencia Ben. Un alcohólico, por cierto, de ésos que a mí me gustan. De los que se autodefinen como borrachos.
Gentes éstas confiables y de honestidad manifiesta. No van de lo que no son.
A mí, que no me gusta nada la película y mucho la novela, me dio un día por escribir sobre la historia real de su autor: John O'Brien. Echale un vistazo a aquel posteo y me cuentas...
http://xpuedosaltarcharcosx.wordpress.com/2009/03/19/cerezas-limones-ciruelas-bares%E2%80%A6/
E insisto: Mike Figgis no sabe contar una historia...
Te comento en tu post.
Jo, es que Mike Figgis cuando se pone fino, lo borda. Y encima con cancioncicas de Sting.
Sting es que lo mismo te sirve para un roto que para un descosido.
Como aquí Melendi, por decir algo.