Algunas almas caritativas que leen este blog -gracias, una vez más, a todas ellas- tienen la amabilidad de ensalzar mis presuntas habilidades monologuísticas, en base a las que, por alguna razón que desconozco, a veces me envalentono contando de forma teatral alguna anécdota ante audiencias estupefactas que apuran sus copas tratando de desentrañar algún aspecto psicoanalítico del pelmazo que tienen delante. Uno de mis más celebrados sucedidos es el relativo a un enema-lavativa que tuve que aplicarme una vez, hace ya años, con ocasión de una humillante prueba médica rectal. Sin ánimo de ser exhaustivo, el estremecimiento moral y físico que me causó el citado enema me provocó una especie de implosión intestinal de la que todavía me acuerdo, casi una década después. Hace un par de días, en el estimable Dutifrí de Tele 5, el enorme Pepe Rubianes explicó a un tronchado Xavier Sardà un caso similar que le ocurrió a él mismo en relación a un zumo de frutas que ingirió en Nairobi con idénticos resultados laxantes. Agradeciendo como agradezco a mis conocidos la generosidad con que obsequian mis limitadas dotes humorísticas, el que esto escribe no puede más que plegarse ante el talento de Rubianes, que narró sin despeinarse cómo, literalmente, se cagó encima de un humilde keniata ante la imposibilidad de bajarse los pantalones con la presteza que el momento requería. Como bien sabe mi sufrida esposa, soy particularmente querente a los chistes de caca, culo, pedo y pis. El maestro Rubianes inserta cuatro tacos en una frase de diez palabras sin pestañear, cubriendo la performance de una pátina hilarante que desencaja las mandíbulas del más serio de sus espectadores. Yo sólo soy un triste imitador del más grande de los histriones. Pepe, bautízame.
Le disciple du Gainsbarre, 12-06-2007.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Que pena que se haya ido... ¡hace tanta falta gente como él!
Era, simplemente, el mejor en su género. El mejor.
Lástima no creer en el reencuentro.
Por desgracia era una muerte anunciada por su adicción terrible al tabaco. Cuántas vidas se lleva esa mierda de droga!! lo que le quedaba por hacer a Pepe, y nos hemos quedado sin él tan pronto!!
Ciertamente, es así. Pero seguiremos homenajeándolo en cada palabrota que salga de nuestras bocas.
José Rubianes Alegret, siempre presente.
Por cierto, welcome al panfleto, madame.