Eastwood

Posted by : Le poinçonneur | 26 mar 2009 | Published in

Llevaba tiempo queriendo escribir sobre Gran Torino, la última aportación de Clint Eastwood al patrimonio cultural de Occidente.

Iniciado como actor en los spaghetti western almerienses de Sergio Leone, y fogueado posteriormente -nunca mejor dicho- en los electrizantes Harry de Don Siegel, el otrora durísimo lleva casi treinta años alternando los dos lados de la cámara con resultados no ya notables, sino plenamente excepcionales.

Nadie en Hollywood ha sabido trasladar al celuloide con mayor precisión su propio proceso de envejecimiento personal, nadie como Eastwood ha mostrado sus arrugas con más dignidad. Ni con mayor empaque.

Después de tocar temas peliagudos como la corrupción política -Poder absoluto-, la pena de muerte -Ejecución inminente- o la justicia vengativa -Mystic River, Sin perdón-, el supremo cineasta se adentra ahora en la difícil convivencia entre inmigrantes y autóctonos en los suburbios de las grandes ciudades estadounidenses. El retrato, ajustado, serviría sin grandes retoques para plasmar lo que acontece en nuestras calles europeas.

Siempre he defendido la democracia en el acceso al cine: tan reivindicable es quien no pasa de los Rambos como aquél que quema pestañas desgranando a Bergman. Aun así, y pese a ser un gran consumidor de filmes palomiteros, no puedo dejar de inclinar la cerviz ante quien opta por invertir dólares y metros de película en pos de una única meta: la decencia.

(3) Comments

  1. Catalina said...

    Contra más viejo se hace, más tierno lo encuentro :_)

    27 de marzo de 2009, 21:56
  2. Catalina said...

    (2) ¿cómo es posible que sea republicano???

    27 de marzo de 2009, 21:58
  3. Le poinçonneur said...

    Será republicano sólo de boquilla...

    27 de marzo de 2009, 23:51