Ayer, en una de nuestras larguísimas charlas telefónicas -el muy tontín se pirra por mi voz-, mi amigo mariquita y yo discutimos durante un cuarto de hora sobre quién tenía la casa más acogedora. Teniendo en cuenta que su ideal decorativo es el de un tanatorio, que jamás ha pisado un Ikea y que su mobiliario es tan alquilado como su piso, el envite no pudo sino caer de mi lado, como es natural.
Una vez más, en cuestión de estilismo, el muy imprudente sigue sin saber con quién se juega los cuartos: ni siquiera sabe deletrear Preysler correctamente.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Querido mio, puede que mi ideal decorativo sea el de un tanatorio -no de tanatorios gallegos al menos-, pero visto lo visto tu bien que podrías desarrollar profesionalmente tus habilidades para decorar según los cánones de salas de espera de dentistas y gastroenterólogos xD
Btw, busco piso acogedor en el centro de la capital xD
A palabras necias, teclados sordos.