Ya hace años que en la Comunidad Valenciana -gobernada por el PP-, se lleva a cabo una furibunda campaña anticatalana auspiciada por la derecha regional más acérrima. Con la excusa -falsa- del valencianismo, se niega la identidad idiomática entre el norte tripartito y el sur pepero, barbaridad equivalente a tratar de desmentir la ley de Newton o el principio de Arquímedes.
No hacen falta lentes para darse cuenta de que el auténtico objetivo del movimiento no es otro que la destrucción del catalán valenciano -con o sin guión en medio- en beneficio del castellano, ya que sus principales promotores -me malicio- tienen el mismo interés en defender el idioma de su tierra que yo en hacerme cisterciense: ninguno. Dividiendo a la lengua catalana, no se busca otra cosa que eliminarla en aquellas provincias; no constituye novedad alguna la íntima conexión entre blaverismo y españolismo -recalcitrantes ambos-, en boga desde hace más de década y media..
Tendría gracia si no fuera lamentable que los sucesivos presidentes que el PP ha instalado en la Generalitat valenciana no pronuncien una sola palabra en el que debería ser su idioma. A Zaplana me remito especialmente, ya que, al parecer, Camps últimamente ha hecho sus pinitos: al César lo que es del César o a buenas horas, mangas verdes, elíjase lo que más convenga.
El despropósito alcanza niveles colosales, como prueba el hecho de que en la Universitat de València se imparta Filología Catalana -y no valenciana-, lo que da fe del reconocimiento del mundo académico en relación a una realidad tan empírica como secular.
Pese a quien pese, no existe en Catalunya problema alguno relativo a la denominación valenciano que el Estatuto de Autonomía de la Comunidad limítrofe establece para su lengua propia -¿qué más dará el nombre si hablamos de lo mismo?-. Pretende, empero, venderse Ebro abajo la especie de que los catalanes, imperialistas, no queremos sino asimilar a nuestros vecinos, imponiéndoles nuestro idioma para, a continuación, quién sabe si invadirlos con nuestro Ejército inexistente, quizá con Montilla y Carod-Rovira al mando de las huestes.
Digo todo esto a propósito de la noticia que ayer aparecía en el diario Público a cuenta de la censura de la palabra catalán en una ópera de Chapí que se presentará el 9 de octubre en el Palau de la Música de la capital del Turia. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
¿Quieres decir que hay gente que opina que el valenciano y el catalán no son primos hermanisísimos? Ay, Dios!!!
Juajuajua, Jorge.
Eso de juajaujau... ¿quiere decir que son sólo primos hermanos?
Hombre, Jorge, más que primos hermanísimos, lo que son es el mismo idioma. Pero por si te apetece la opinión de alguien a buen seguro mucho más docto que yo, que opina lo contrario:
http://www.regnedevalencia.com/historia.htm
Cualquier día se dirá que el castellano iberoamericano no existe, que allí lo que se habla es argentino, chileno, uruguayo, peruano, etc.
España cañí.
Sr. D. Poinçonneur:
Si mi humilde opinión tuviere importancia, más que afirmar una relación de primer grado entre catalán y valenciano, hablaría de un tres en uno aceitero, o de la trinidad. Ya doctores de la iglesia mencionaban una única realidad en tres formas diferentes.
¿Es menester mencionar que mallorquín, catalán y valenciano son lo mismo? Menester será o no será, pero si servidor lo hubiere dicho en su primera opinión hubiere corrido la misma suerte que corrió nuestro señor D. Quijote atacando generadores eólicos,o quizá alguna peor.
Y dicho esto... ¿son estas realidades lingüísticas una, grande y liberal? Esto opinan no doctores de la iglesia, sino doctores en Filología. En su libro "Lenguas del mundo",el Doctor por la Universidad Complutense de Madrid D. Rafael del Moral, no tiene empacho en agruparlas en la entrada del catalán, y las trata como iguales, y es de Madrid. ¿Es el doctor Del Moral tonto? No lo conozco personalmente, pero probablemente sea listo. Además opina igual que la práctica totalidad de la gente que dedicó su aburrimiento a ser doctora en filología. Salvo algún valenciano, claro.
¿Quiere esto decir, que de esto inferimos que toda la gente que opina del valenciano sin ser valenciana es tonta?.
Y será
Un saludo, Sr. D. Poinçonneur
Hombre, Jorge, tú, que deduzco que conoces más de lenguas que yo, sabes que éstas tratan de ser plegadas a los intereses políticos -cosa insólita e inadmisible-.
Hay tanta gente que se ha metido a opinar sobre valenciano y catalán sin tener ni zorra idea que da hasta miedo.
La acepción "valenciano" hace referencia a la variedad dialectal del catalán que se habla en la Comunidad Valenciana, amén, como he dicho, de ser el nombre oficial de la lengua en esa Comunidad. Como todo es lo mismo, no cabe deducir desprecio alguno, ya que, como digo, da igual el nombre, el idioma seguirá siendo el mismo.
Saludo de vuelta, Jorge.
Es justo así.
Saludos
Juajua de que la gente opine, Jorge. Distinto, digo. Y se atreva a decirlo, o sea.