- 1 conejo de 1 kg y 1/4, aproximadamente.
- 5 dientes de ajo.
- 1 vaso de caldo de carne -el de pollo en brik sirve perfectamente-.
- Manteca de cerdo.
- All-i-oli.
- Sal.
Cortamos el conejo en trozos, salamos y dejamos escurrir. Ponemos una cazuela de barro al fuego -si tienen vitrocerámica, servirá con una sartén grande o similar- y derretimos manteca de cerdo hasta cubrir el fondo del recipiente. Cuando esté bien caliente, incorporamos el conejo y vamos removiendo a fuego medio hasta que esté dorado.
Mientras se hace la carne, preparamos el all-i-oli en cantidad generosa. En un mortero, echamos los ajos bien picados con un pellizco de sal, y vamos añadiendo un hilo de aceite hasta que se convierta en una pasta bien ligada -si no logran ligarlo, no se preocupen: hagan lo que puedan y utilícenlo igual, ya que lo más importante es el sabor que el ajo proporciona al plato-. Cuando el conejo esté casi a punto, añadimos el all-i-oli y removemos durante un par de minutos.
En este momento, regamos con el vaso de caldo, bajamos el fuego y dejamos reducir durante unos minutos. Servir bien caliente.
RECETA ORIGINAL: TRADICIONAL/EL PERIÓDICO/LA CUINA COMARCA A COMARCA-GARRIGUES I URGELL (2005).
Lo cocinaré, vamos que si lo cocinaré. Personalmente cuando hago all i oli suelo ponerle medio diente de ajo, no me gusta muy fuerte pero supongo que es la gracia de la receta hacer una morterada potente ¿no?
El domingo caerá.
Besos sin ajo.
Mmmm está buenísimo.
Hay que comerse un buen conejo de vez en cuando.
Huy, lo que he dicho... :P