que naciste en la miseria de un cuartucho de arrabal,
pero hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,
la manera de sentarte, de charlar o estar parada,
o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas del percal.
Ese cuerpo que hoy te marca los compases tentadores
del canyengue de algún tango en los brazos de algún gil,
mientras triunfa tu silueta y tu traje de colores
entre risas y piropos de muchachos seguidores,
con el humo de los puros y el champán de Armenonvil.
Son macanas: no fue un guapo haragán ni prepotente,
ni un cafishio veterano el que al vicio te largó;
vos rodaste por tu culpa, y no fue inocentemente:
¡berretines de bacana que tenías en la mente
desde el día en que un magnate cajetilla te afiló!
Aún me acuerdo: no tenías casi nada que ponerte;
hoy usás ajuar de seda con rositas rococó...
¡Me revienta tu presencia, pagaría por no verte!
Si hasta el nombre te has cambiado como cambiaste de suerte:
ya no sos mi Margarita... ¡ahora te llaman Margot!
Ahora vas con los otarios a tirarte de bacana
a un lujoso reservado del Petit o del Julien;
y tu vieja, pobre vieja, lava toda la semana
pa' poder llenar la olla con pobreza franciscana
en el triste conventillo alumbrado a querosén.
Aún me acuerdo: no tenías casi nada que ponerte;
hoy usás ajuar de seda con rositas rococó...
¡Me revienta tu presencia, pagaría por no verte!
Si hasta el nombre te has cambiado como cambiaste de suerte:
ya no sos mi Margarita... ¡ahora te llaman Margot!
Malevaje, DRO. Original de Celedonio Flores (letra) y Carlos Gardel/José Ricardo (música).
*De todos los grupos que alumbró la movida madrileña, uno de los más interesantes fue, sin duda, Malevaje, irrepetible conjunto liderado por el gran Antonio Bartrina que se dedicó a recuperar tangos clásicos que, de otro modo, habrían pasado inadvertidos para las nuevas generaciones. Margot, de Gardel y Celedonio, devino su mayor éxito.
Nunca he soportado los bailes de salón, y no he usado de ellos más que por puro interés, aferrándome a las curvas de alguna hermosa más solícita de lo habitual. El tango, sin embargo, es diferente. Alguna noche -y no lejana- he de perderme en los arrabales de Buenos Aires para dejarme llevar por el lunfardo. Prometido lo tengo.
Ay, aquí sí que me has tocado el corazón;-) Yo tengo Tangos, Margot, Arriba los corazones y Un momentito.
Los escucho muy a menudo todavía, me encantaron, me encantan, me dan buena suerte.
Fueron mi manera de acercarme al tango y al lunfardo.
Geniales.
No dejes nunca de escucharlos. No lo merecéis ni ellos ni tú.
MUAKS.
Tengo tanto que escribir aquí que me callo y me voy.
Da la cara y escribe lo que tengas que escribir :P