Amén de la barbaridad intrínseca que ya supone la condena a muerte de un ser humano, acentuada en aquel entonces por la necesidad del casposo régimen de dar un escarmiento público tras el bombazo a Carrero Blanco, resulta curioso que se considere acorde a Derecho un juicio celebrado en un estado que no era de tal, al negar a sus ciudadanos el ejercicio de las más elementales libertades cívicas. Sorprende más que, en 2007, se entienda legítimo que un tribunal castrense juzgara a un civil por medio de un consejo de guerra, elemento procesal que debería estar reservado exclusivamente a los miembros del Ejército, dada su excepcionalidad.
Aparecen, por otra parte, nuevos testimonios de facultativos que examinaron el cadáver de Anguas, y que evidencian la ensalada de disparos cruzada entre Puig Antich y diversos miembros de los Cuerpos de Seguridad, lo que hacía más que dudosa la certificación exacta de la autoría del tiro fatal. Es posible que Salvador fuera quien realmente acabó con la vida de Anguas. Sería conveniente esclarecerlo, a la luz de las técnicas disponibles en la actualidad. Pero me niego a admitir que se considere justa la pena de muerte, razón más que suficiente para denostar un juicio que no fue más que un exponente de una época que, para ser definitivamente archivada, debe antes ser escrutada en profundidad.
Le disciple du Gainsbarre, 19-07-2007.
Mira, vengo a dar una vuelta y me encuentro con tal montón de entradas que te voy a enlazar, no me queda más remedio, o te me escapas;-)
Vi una película que hicieron sobre el caso hace unos dos años, la vi justo el día que dejaba de fumar. Recuerdo una tristeza inmensa y a todo el mundo fumando como un carretero. Recuerdo una España peligrosa en la ya no vivimos (¿no, verdad?). Por eso lo que cuentas me da tristeza, porque tal vez no sea tan bonito como lo pintan, si no se tiene generosidad ni para revisar, tan a toro pasado, una historia tan viciada por las circunstancias.
En fuan.
Anda, el comentario es mío, que te he escrito desde la otra cuenta, qué despiste;-)
La película está bastante bien -a ver si un día de éstos la recupero, que la tengo en DVD-, y muestra bien a las claras la caspa profunda a que nos sometió el franquismo. Quisiera pensar que, efectivamente, aquello pasó, pero casos como el de Garzón me dicen que, cuando menos, aún colea.
Que cosa mas triste, lloré mucho con la peli.
Ciertamente es una película dura. Pero lo más duro es que lo que cuenta fue real :/
Lo peor de la película: Joel Joan.
>:(
Ya tocamos este tema en otra ocasión. Pero lo siento: en lo actoral, soy joelista a muerte :)