En líneas generales, mi sensibilidad y la de Esperanza Aguirre tienen en común lo mismo que un berberecho y un tigre de Bengala: apenas nada. Ello no obsta para que reconozca el arrojo y determinación -los cojones, según los más primarios- que la lideresa le echa a la vida, y que ayer quedaron nuevamente de manifiesto con el valiente anuncio de su retirada temporal de la política a causa de un cáncer de mama. Dejando de lado las discrepancias -tiempo habrá-, querría dedicarle estas líneas a modo de brindis por un rápido y completo restablecimiento que estoy seguro alcanzará.
Líneas que, por cierto, aprovecho para pedir a mis lectoras a partir de la cuarentena que sean disciplinadas y se sometan a los controles periódicos pertinentes recomendados por las autoridades sanitarias. Además de en Vdes. mismas -que no son poco- piensen, caritativas, en el ejército de mamarrachos que, del otro lado, quedaríamos sin su asistencia al nivel del protozoo.
FOTO: FACEBOOK.
Ya hace años que te hago caso ¿Eh?
;-)
Así me gusta y que así siga siendo :)
MUAS.
P.D. De todos modos no serán tantos. Lo digo por lo de que se empieza a los 40, y tú eres una pollita :)
Poinconneur, ya hace tiempo que pasé de los 40...y con ellos el ecuador, ese demonio meridiano.
;-)
Besos.
Hay cuarentas que parecen veintes, querida :)
MUAS.
Apoyo tu sabio consejo. Y, de paso, y si no es un exceso, decir que vosotros (hombretones) también deberíais seguir controles para corazón y próstata, eh?!
Más vale prevenir que curar. Todos deberíamos hacerlo.
Sandra
Creo que aún no me toca, pero ya hace años que me hicieron controles de todo eso.
Habrá que retomarlos cuando llegue el momento.
Y gracias por lo de hombretón. Alguien a quien los dos conocíamos bien definía las fases del hombre, de menor a mayor, en cagabandurrias, micaquillo, micaco, hombrecito y hombre. Lo de hombretón creo que no entraba :)