Felipe, en canal*
Posted by : Le poinçonneur | 7 nov 2010 | Published in URBI ET ORBI
*Si clican en la captura arriba adjunta podrán acceder a la interesantísima entrevista a Felipe González que Juan José Millás publica hoy en El País. Reflexiones, en suma, de un hombre que aún tiene mucho que decir.
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En este post, por cierto, el debate ha ido más allá de lo que me gustaría -soy, ya saben, un esteta-. En unas horas -suficientes para dejar claras ambas posturas- todos los comentarios excepto éste serán borrados.
Sigo esperando una aclaración. Y por norma de la casa, la retirada de los términos insultantes. Ya digo, por predicar con el ejemplo.
El post que tanto te molestaba ha sido retirado por razones semánticas sobre las que he meditado documentadamente y que aplico pese a no compartirlas.
También porque tengo ahora mismo otras preocupaciones bastante más importantes que mantener un debate estéril y profundamente aburrido.
Supongo que quedarás satisfecho; yo, he de decirte que salgo tan sorprendido como decepcionado. No me hagas caso: siempre seré un sentimental.
De verdad que a veces dan ganas de bajar la persiana.
Pero qué caray, así es la vida.
Feliz fin de semana.
Hay calificaciones insultantes en tus entradas sobre diferentes personas. ¿Puedes explicarme por qué esas si que las mantienes? No puedo estar satisfecho si no me lo razonas.
Es un debate basado en la lógica: Si A no, por qué A si. Dime por qué mi A no y tu A si.
Pienso que podrías defender tu posición razonándolo intelectualmente porque tienes sobrada capacidad para hacerlo sin necesidad de recurrir al victimismo sentimental. Te animo a que lo hagas "sin acritud", como solía decir el sin par González.
Aunque no debería de ser soberbio, que es un vicio muy feo. Tal vez me he equivoco de cabo a rabo.
Sinceramente creo que sí te has equivocado, ya que para mí, comentar un blog significa mantenerse dentro de los parámetros de la cordialidad, que yo siempre he observado en tu espacio y que tú aquí has sobrepasado de forma más que amplia.
Lo creas o no, yo no tengo intención insultante en mis posts. De hecho, en el redactado de los mismos me tomo muchas licencias derivadas de mis ínfulas literarias, siempre tendentes a una ironía de tercera que quizá no funcione como debiera. Mi opinión desnuda suele estar en los comentarios.
Yo insulto mucho, sí, y a personas públicas. Lo hago, sin embargo, en la intimidad de mi domicilio, y normalmente con un gintonic en la mano. Hacerlo aquí me parece facilón. Donde tú ves insultos, yo veo acidez. Y por favor, no me rememores ahora 20 posts míos, que no valgo tanto la pena.
Yo he leído en tu blog cosas gravísimas sobre ciertas personas. También, en general, cosas que repugnan mi ideología. Como verás, me he callado. ¿Quién soy yo para enmendarte la plana en tu propia casa? Igual te he expresado mi opinión contraria -pocas veces-, pero desde luego ni te he montado un serial ni te he exigido "explicaciones". Ese tipo de explicaciones "manu militari" sólo me las exigía mi padre cuando suspendía en el colegio.
Mantengo contacto con blogs de ideología bien diferente a la mía, sin problema alguno con sus promotores, que siempre han correspondido compotándose en el mío de modo exquisito. Estoy convencido de que así seguirá siendo.
Y en cuanto al victimismo sentimental, sólo lo he usado para ligar -con grandes resultados-. Pretender que lo derrocho contigo resulta aventurado. Mi sorpresa viene derivada de la más que correcta relación epistolar -la que más- y personal -mínima, pero agradable- que hemos mantenido hasta ahora. Si hubieras sido otro, te habría baneado al primer comentario; de ti, sinceramente, esperaba otra cosa.
Has sido tú quien ha declarado estar en guerra contra los "moralistas de salón", entre los que a todas luces me incluyes. La guerra me parece aceptable, la inclusión, insulto o impertinencia, lo dejo a tu elección. Algo, en suma, que no viene a cuento.
Estás invitado a seguir colaborando aquí, pero desde ya te digo -a ti y a quien quiera leerlo- que es la última vez que pierdo una mañana de sábado entrando en estas cuitas. Esto es lo que hay -transparente, pese a lo que digas-, y a quien no le guste, tiene cienes de blogs donde encontrará acomodo su pensamiento.
Y voto a Bríos: es el último comentario que cuelgo en este post.
Tú borras una palagbra que digo sobre una persona porque dices que es insultante. Bueno.
Releo tu blog y veo que dices cosas bastante más fuertes sobre otra gente.
Aplico la lógica: si a mi me borras, ¿por qué mantienes tus insultos? Como no se qué consideras humor o insulto, te pregunto que me des una explicación razonada.
Una explicación razonada sería, por ejemplo "yo digo lo que me da la gana y acepto lo que quiero, porque este es mi garito, si te gusta bien y si no, también", por ejemplo.
Tus milongas de respetos, insultos y demás zarandajas no tienen defnsa intelectual. O la norma es para todos o la haces a beneficio de parte. Como estás en tu casa, haz lo que te apetezca. Pero, vuelvo a insistirte: no me tomes el pelo.
En mi güep digo lo que me apetece y como me apetece. Al que le guste bien y al que no, también. Si se quiere, se discute y se ha discutido mucho. Y si he tenido que tomar medidas contra alguien ha sido cuando ha insultado a otro comentarista. Ni siquiera cuando me han insultado a mi. Y te digo, Lepoin, he aguantado cosas ciertamente desagradables de algunos de vosotros. Pero, cosas del juego limpio, si yo soy duro, acepto que lo seais conmigo.
Creo que eres lo bastante inteligente para darme una explicación convincente. Lo demás, zarandajas.
Y perdón por quedar largo. Me tuesta alargarme más de lo imprescindible. Pero el debate, para mi, si es bueno. Por eso no borro nunca los comentarios.