Hasta ahora, para los aficionados al Gotha, el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia ocupaba un discreto y nórdico lugar apenas empañado por antiguas noticias sobre supuestas persecuciones autopisteras entre los Porsche de Su Majestad y de su hijo Carlos Felipe, otrora heredero defenestrado en favor de su hermana Victoria por un Parlamento que, al contrario que otros más meridionales, se dedica a hacer su trabajo.
La paz de los Bernadotte, empero, acaba de irse al garete con la jugosa biografía en que tres periodistas del país escandinavo atribuyen al Monarca diversas y huracanadas aficiones que podrían resumirse en dos: las fiestas privadas y los clubes de alterne. Se detalla, incluso, el romance real con Camilla Henemark, la cantante del grupo pop Army of Lovers.
No finarían aquí las travesuras regias, ya que, según los autores, el jefe del Estado solía frecuentar la discoteca de un mafioso serbio donde se emborrachaba y ponía en peligro su propia seguridad. El Sapö -divertido nombre para el servicio secreto sueco- se encargaría de borrar los rastros comprometedores.
Ante la tormenta, Carlos Gustavo se ha visto obligado a comparecer ante los medios de comunicación para explicarse. Sorpresivamente, en vez de negar las revelaciones, se ha limitado a indicar que, dado que lo contado habría acontecido hace ya mucho tiempo, él y Silvia han decidido echar pelillos a la mar sin entrar en incómodos pormenores. Que cada cual saque sus propias conclusiones.
¿Esperas la traducción española o la adaptación de la investigación a nuestra corona, vástagos incluidos?
En otras latitudes el parlamento se dedica a hacer su trabajo y los periodistas también.En estas más meridionales se ruedan capítulos almibarados para el consumo masivo con vistas a meternos en el cerebelo toda la publicidad posible en vistas a un no muy lejano relevo monárquico y se auspician sondeos para elevar a "princesas del pueblo" al parlamento.
Y ante la visita de un viejito alemán que vivió la guerra y que ahora ostenta la máxima autoridad eclesiástica se cierra media ciudad como si del ghetto de Varsovia se tratara para que circule por ella en una especie de tanqueta
"No!, nosaltres no som d'eixe mon" , cantaban los trovadores de antaño..
*No estarían mal ambas cosas, MEG de mis entretelas...que no creo que lleguen, sobre todo la segunda.
*España cañí, querida MEG, España cañí :P
De todos modos, estoy por el ejemplo sueco: ya que los pagamos, al menos que nos entretengan.
Y esto lo digo aquí y donde haga falta.