El vídeo arriba adjunto muestra uno de los más famosos trucos de David Copperfield, reputado mago estadounidense conocido por su legendaria capacidad para hacer desaparecer todo tipo de objetos. Lástima que sus dotes -ciertamente espectaculares- queden en una nadería al lado de las de mi mujer: como ejemplo -una de tantos-, los sujetalibros de Ikea que compramos el sábado y que ella se ocupó de guardar -según propia expresión-. He revuelto toda la casa y nada, ni el más mínimo rastro. Para qué hablar del dinero que me dejo en el bolsillo del pantalón -o de la gasolina del depósito de mi coche-.
David, amigo, dedícate al parchís. No tienes nada que hacer.
Fijo que está en el coche!
PD: como eres un "roba títulos de posts" eso me da derecho a robarte una pizca de tu genio literato. Luego no me pidas royalties :p.
¿No será que ya están sujetando los libros y no se ven, Poinconneur?
Saludos.
*Compadre,
1. ¿Qué te he robado yo?
2. ¿Qué me has robado tú?
Si es que hablas en cirílico xD
*Pues lo dudo, Blue, porque el encargado de poner los libros en la estantería soy yo, y no he podido hacerlo por falta de infraestructura :P
Vi este truco en casi directo en su día y ya me pareció un timo. Por supuesto se trata de ilusionismo, pero esperaba otro cosa. Todo aquello no pasó de ser un efecto de cámara. O al menos se asemejó peligrosamente. Luego la fama de gayer universal de Coperfield creció sin límite con su relación con la Schiffer. Una paradoja.
¿Pero cómo? ¿Es que no la hacía desaparecer de verdad? :P