En tanto que comprador compulsivo, soy especialmente sensible a los estímulos publicitarios. Cuando voy al hipermercado, acabo echando al carro decenas de productos que no necesito, pero a cuyos cánticos no puedo resistirme. Mi enfermiza adicción a los yogures Danone en todas sus variantes es un buen ejemplo: los hay más baratos, puede que más nutritivos, pero no son Danone. Muchos me entenderán, el resto, que me deje por perdido.
A propósito de mi filia por los ads, y escribiendo el otro día sobre el ya comentado último anuncio de Calvin Klein, me vino a la memoria el pasquín que el modelo y excampeón de artes marciales Samuel de Cubber protagonizó para Yves Saint Laurent hace un par de años. Trataba la cosa de promocionar un perfume, para lo que los creativos de la firma francesa creyeron oportuno remedar la famosa foto que el propio modisto se hizo allá por los setenta. Tanto entonces como ahora, el escándalo fue mayúsculo, aunque en la versión moderna, lo explícito avanza un paso.
A propósito de mi filia por los ads, y escribiendo el otro día sobre el ya comentado último anuncio de Calvin Klein, me vino a la memoria el pasquín que el modelo y excampeón de artes marciales Samuel de Cubber protagonizó para Yves Saint Laurent hace un par de años. Trataba la cosa de promocionar un perfume, para lo que los creativos de la firma francesa creyeron oportuno remedar la famosa foto que el propio modisto se hizo allá por los setenta. Tanto entonces como ahora, el escándalo fue mayúsculo, aunque en la versión moderna, lo explícito avanza un paso.
A mí me gusta la instantánea de De Cubber porque, por una vez, reivindica la belleza masculina comme il faut. En tiempos de metrosexuales gilipollescos, muestra a un guapo como yo daría un brazo por ser: varonil, velludo, y con pelo -ay- en la cabeza. Ni está excesivamente musculado, ni su pene es de proporciones colosales. Glamourosa naturalidad en blanco y negro.
Lógicamente, cualquier parecido entre De Cubber y el común de los mortales es mera coincidencia. No lo afeo: las revistas de frivolidades siempre se han hecho para soñar -y venderse-, por lo que dudo que Fernando Esteso, en las mismas circunstancias, resultara igual de estimulante. Situémonos.
Otro -y plomizo- cantar es el relativo a la polémica: tanto alboroto por un tío enseñando el nabo en pleno siglo XXI.
Si Miguel Ángel levantara la cabeza se hacía barrendero.
Evidentemente, Esteso no seduciria en este papel. Siempre me ha gustado la imagen original de Saint Laurent, hoy en dia la mayoria de modelos solo usan gafas para publicitarlas.Que buen perfume, por cierto.
No te comento el post del automóvil porque no me gustan demasiado los coches, a no ser que quién vaya montado en ellos sea el mismísimo Steve Mcqueen, pero te informo, por si no lo sabias, que el gran e inmenso Raphael ha cumplido sus 50 años de carrera.Notición.
Besos
No te preocupes por lo de los coches, a mí me apasionan, pero en este panfleto no son más que una sección. A quien no le guste, que la obvie sin duda ni remordimiento.
Y claro que sé que Rapha ha hecho sus 50 sobre las tablas. ¿Acaso crees que no tengo el recopilatorio al efecto? Me insulta Vd., señorita xD
Y coincido contigo totalmente en lo del anuncio de YSL. Aunque quizá Esteso podría promocionar M7 Extreme...