Ramón, Alejandra, Paloma y las muchas personas que pasaban a diario por la carretera que va de Ávila al Espinar, ahora ya descansan tranquilos porque Dulcinea ya está a salvo. Durante más de quince días, todos ellos han estado pasando por esta carretera camino de sus trabajos viendo a Dulcinea, una perra de color blanco y gris, mestiza, de aproximadamente un año de edad, cómo se jugaba la vida entre los camiones y coches por proteger a su compañero que no tuvo tanta suerte y yacía muerto en la cuneta. Así nos lo relataba Alejandra: parece que lo defiende y aunque se vaya muy lejos porque se asuste, siempre vuelve con él.
Ante las numerosas llamadas de todas estas personas inquietas y preocupadas porque Dulcinea también fuese atropellada, acudieron varios voluntarios de El Refugio a intentar cogerla con una cerbatana. El primer día fue imposible, Dulcinea esquivó los dos dardos que disparó una de las voluntarias de El Refugio y ya fue imposible acercarse a ella. Al día siguiente, con la seguridad de que allí seguiría Dulcinea acompañando a su amigo muerto, voluntarios de El Refugio acudieron nuevamente, coincidiendo con otras personas que también estaban intentando cogerla. En esta ocasión Dulcinea tuvo suerte y no consiguió esquivar los dardos anestésicos y ahora está en El Refugio esperando una familia que la adopte. Ésta es la realidad de miles de perros que mueren atropellados en nuestro país. Dulcinea ha tenido mucha suerte, está en perfecto estado y ahora lo que queremos es encontrarle una familia que la adopte, manifestó Nacho Paunero, presidente de El Refugio.
El Refugio es una organización sin ánimo de lucro, cuyas actividades principales son la prevención y denuncia del abandono y maltrato de los animales, la gestión de su Centro de Adopción de animales abandonados y la realización de Campañas de divulgación y concienciación. Para realizar estas actividades cuentan únicamente con las aportaciones de sus socios. Si alguien quiere más información, hacerse socio o adoptar a cualquiera de los 200 perros y gatos puede hacerlo en www.elrefugio.org o llamando al teléfono 91.730.36.80.
*Como a tantos, la historia de Dulcinea me conmovió el otro día, escondida entre las noticias del periódico. Si fuera amante de los tópicos, caería en aquello de que los animales pueden darnos lecciones de nobleza, compromiso e integridad, pero como no lo soy, me limitaré a decir que, las más de las veces, y por comparación, me avergüenza andar sobre dos patas. Espero que Dulcinea encuentre una familia que esté a su altura. Desde aquí, gracias a El Refugio por salvarla de una muerte segura.
TEXTO Y VÍDEO: EL REFUGIO.
L.P.
pues yo en este caso,caería en todos los tópicos que mencionas,nos queda mucho que aprender de los animales,y en concreto,de algunos perros.
bss
Yo adopté a un perro abandonado, y aunque estaba un poco loco, nunca dejó de agradecérnoslo.
- He hecho difusión del caso de Dulcinea, ¡esperemos que le salga pronto una familia!
*No te olvides de los gatos, Troyi :)
*Loco estaba, Recep, doy fe de la buena xD
L.P.,por supuesto que de los gatos también hay que aprender pero es que la cabra tira al monte y yo siempre he sido más perruna;)
bss
Eso es porque no tienes una gata como la mía.
Y tus cortinas que te lo agradecen xD