Uno de los episodios que acabó de pespuntear mi ya más que veterana misantropía fue el abominable linchamiento a que fue sometido
Pepe Rubianes, ya enfermo, poco antes de morir. No esperen
links ni ulteriores comentarios sobre el asunto, me limitaré a señalar la vergüenza que sentí ante el asedio a un hombre fundamentalmente bueno que siempre cumplió con el deber del cómico: entretener, primero, y morder alto, después -es el primero y el único, hasta ahora, que se ha atrevido, en Catalunya, a cachondearse de La Caixa en un escenario. Para los no iniciados, les aclararé que La Caixa es una megaentidad bancaria dueña de la mitad de los catalanes, entre los que, cómo no, me cuento-.
Con ocasión de una de las periódicas cenas en que
las viudas de Pepe -
ya apuntadas anteriormente en este cuadernillo- celebran para
plànyer entre
gintonics a quien fue alma mater, el cineasta
Manel Huerga aprovechó para colar una cámara entre los comensales, atrevimiento que ha dado lugar a
Pepe & Rubianes, un filme-documento de próximo estreno dedicado a la figura del colosal actor galaico-catalán. Los afortunados espectadores podrán -podremos-, así, deleitarnos con las anécdotas que sobre
Pepe desflorarán los vividos labios de
Joan Manuel Serrat,
Joan Lluís Bozzo,
Carles Flavià o
Manel Pousa -el Pare
Manel, el mejor candidato a suceder de una vez a
Rouco al frente de la Conferencia Episcopal-.
Es inútil recomendar lo imprescindible, así que Vdes. verán.
Pues ya dirás cuando ese documental esté a la vista.
La verdad es que no lo seguí mucho, y no porque no me gustara sino porque no tuve oportunidad de verlo lo suficiente, pero sí, era arrebatado, diferente.
;-)