Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para la bandada
de los que se amoldan a todo
con tal que no les falte de nada.
Tiempos fabulosos,
fabulosos para sacar tajada
de desastres consentidos
y catástrofes provocadas.
Tiempos como nunca
para la chapuza,
el crimen impune
y la caza de brujas.
Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para equilibristas,
para prestigitadores
y para sadomasoquistas.
Y silenciosa, la mayoría
aguantando el chaparrón
al pie de un cañón de papel maché,
come el pan nuestro de cada día
con un culo así contra la pared,
llorando en el mar,
viéndolas venir,
viéndolas pasar.
Corren buenos tiempos,
buenos tiempos para esos caballeros
locos por salvarnos la vida
a costa de cortarnos el cuello.
Tiempos fabulosos,
fabulosos para plañideras,
charlatanes visionarios
y vírgenes milagreras.
Tiempos como nunca
para echarle morro
o sacar coraje
y pedir socorro.
Corren buenos tiempos,
buenos tiempos preferentemente
para los de toda la vida,
para los mismos de siempre.
Joan Manuel Serrat, Sombras de la China. Sony Music, 1998.
*Aunque parezca mentira, esta canción no fue escrita ayer por la mañana, sino hace ya casi década y media.
Pues hoy es más actual que hace 15 años. Milagro. Anda y que te lo explique Einstein, que yo no sé.
Besotes.
Un visionario!
@Olga: y me temo que dentro de otros 15 no habrá perdido su vigencia. España cañí.
@Nico: ya te digo.