Dibújame un cordero (Sr_Skyzos)

Posted by : Le poinçonneur | 30 jun 2011 | Published in


Dibújame un cordero.

Ésa es la primera frase que el Principito le suelta a Antoine de Saint-Exupéry en mitad del desierto. Dibújame un cordero. ¡¡¡Niño, no ves que tengo la avioneta en panne y que como no la arregle voy a formar parte del decorado de Lawrence de Arabia!!! Pa corderos estoy yo con la que está cayendo…

Ni yo me voy a comparar con De Saint-Exupéry (soy más de andar por casa y tengo mucha más mala leche que él) ni Mr Poinçonneur tiene esa melena de bucles dorados ( ni –espero- un foulard alrededor del cuello que le llega a los pies), pero se me vino a la mente ese trozo de la novela cuando me dijo escríbeme un post para finiquitar mi blog… La cara de circunstancias que se me quedó fue de órdago. ¿Qué escribo yo de este señor? ¿Una elegía? ¿Lo pongo de vuelta media? ¿Mitad y mitad? Tiraremos por el camino de enmedio que es lo que mejor se nos da, hala, y a salir como se pueda de este entuerto… ¿Para qué me meteré yo en camisas de once varas, es que no aprendí bastante en mi otra vida, con los corsé de ballenas?

Aquí el caballero, me ha obligado sin querer, a investigar cuál fue su primera aportación en mi blog; un comentario en una entrada allá por marzo de 2009… Y cómo diez días después le firmé yo a él en otro post de su bitácora. Diez días. ¿DIEZ DÍAS? Cualquiera que me conozca sabe que soy curioso por no decir cotilla a más no poder, y si aquí el interfecto hizo acto de presencia a el día-D a la hora-H, yo (100% seguro), el día-D a la hora-H + 1 minuto ya estaba de peeping tom en su tarjeta de presentación en la red.

¿Y por qué tardé tanto? Porque me tenía MUY MOSQUEADO. Seamos sinceros, Blogger y demás familia cada vez se parece más a los tebeos de Astérix y Obélix: sólo quedan unos irreductibles. Y en esta situación, como mucho te visita el enlace del enlace del blog que tienes enlazado. Y gracias. Así que, si aparece alguien que no tiene ninguno de los seis grados de separación usuales, se te sube una ceja y se te baja la otra. Ok, no hay nexo que una un blog y otro. Descartado que nos conozcamos in the real life, también… Veamos cómo escribe este señor, entonces…

Llegué a pensar que era el alter ego de un periodista o un escritor catalán, por los giros y retruécanos que le daba a sus textos… Un gacetillero con alma de pajillero como el maestro Berlanga, que por esa vertiente destroyer a veces, nostálgica otras y mitómana la mayoría, prefería mantenerse en el anonimato. Incluso, y aquí afloró el fan de Twin Peaks que llevo dentro, llegué a pensar que él era su primo Paquito, que se había desdoblado para poder hablar de todo y nada y tratar de una manera irónica y cariñosa las vicisitudes de su primo maricón y su amigo mariquita. Pourquoi pas? Como si fuera el primero, que para eso están los pseudónimos…

Después de superar el mosqueo, me jodió (sí, soy muy envidioso, qué pasa) el nivel de actualizaciones que tenía Mr Poinçonneur, cuando yo estaba ya exprimiendo la teta y no sabía cómo seguir. Y es que en su blog, nos ha hecho partícipes de todos sus fetiches. Ha sido como abrir la caja de Pandora y que salieran ecos de la chanson française, chicas Bond, Beetles a la carrera, (¡¡¡¡¡) Belén Esteban como axioma de modernidad (!!!!!), algún deje político y textos que, sin ser suyos, dejaban entrever de qué madera está hecho.

Yo no sé vosotros, pero a mí en la red de redes me suele dar miedo el dar el paso real, el conocer a la gente más allá de la pantalla, y no lo suelo hacer hasta que no veo que la persona con la que voy a quedar no guarda cabezas disecadas en el congelador, o se viste con la piel del resto de blogueros con los que ha quedado. Sin en agosto dejo de escribir, una de las razones puede ser que mi testa se encuentra de resort en el congelador de Mr Poinçonneur, junto a las pechugas de pollo y a las croquetas Hacendado, y el resto de mi cuerpo ha pasado a formar parte de su vestuario…

Dice que va a cerrar el blog, pero yo no me lo creo.

Sé que lo piensa realmente, pero una vez que te ha picado el gusanillo, es muy difícil resistirse. Me niego a despedir esta bitácora, prefiero pensar que es un hasta luego más que un adiós. Por eso no cierro la puerta. La entorno, con su permiso, para que corra el aire, entre el fresco y no huela a humedad.

Por eso no te dibujo un cordero, te dibujo una caja para que dentro encuentres lo que tú quieras, como hizo De Saint-Exupéry con el pesao de los rizos.

Nos vemos. Y nos leeremos.

[Canción recomendada: Katy Perry “You’re So Gay (And You Don’t Even Like Boys)”]

(3) Comments

  1. Olga Bernad said...

    Ay, Lepoin, estoy segura de que volverás (o quiero pensarlo). A mí me gusta pasarme por aquí de vez en cuando y no pienso poner tu cabeza donde guardo las otras si alguna vez coincidimos por esa ciudad suya. Alguno de sus amigos pueden darle referencias sobre mi comportamiento por las buenas;-)
    En serio: lo siento mucho.
    Ha sido un placer.

    30 de junio de 2011, 13:33
  2. La Recepcionista said...

    Aunque te veo cada día, me da una pena tremenda que te vayas :(

    Skyzos, el homenaje es muy bonito, el ejercicio retrospectivo es entrañable :)

    2 de julio de 2011, 2:05
  3. Sonia said...

    Yo tampoco me lo creo :)

    3 de julio de 2011, 0:58