Sastre

Posted by : Le poinçonneur | 23 jun 2009 | Published in

Cuando yo estudiaba -es un decir-, muchos de mis profesores trataban de convertirnos en sagaces abogados capaces de separar el grano de la paja a vista casi de pájaro. Fueron legión los casos en que debíamos señalar la respuesta correcta, si no mágica, tachando de homicidio, asesinato, estafa o fraude de ley las actuaciones de aquellos sujetos ficticios.

Pues yo he puesto que el de la ferretería es cooperador necesario porque le vendió el hacha, llegué a escuchar una vez, a pie de examen. Así mismo. En la corrección, como si fuera el final de un capítulo de Se ha escrito un crimen, nos enterábamos de quién era el culpable a ojos de la Justicia. Los acertantes, aprobaban; el resto, puede imaginarse.

La novedad llegó en una clase práctica de Derecho Romano. Ante un supuesto civil cuyo contenido no recuerdo, aquel profesor asociado nos invitó a dejar de buscar quién tenía la razón. Escojan a una de las dos partes y defiéndanla, olviden si su pretensión es o no legítima. Sean mejores que el contrario. Déjenle sin argumentos. Convenzan. ¿No quieren Vdes. ser abogados? Cristalino.

Ni qué decir tiene que aquella clase fue la más interesante de toda la carrera.

Todo esto me viene a la memoria repasando la polémica que el escritor Alfonso Sastre ha ocasionado en base a un artículo en el diario Gara en que profetiza tiempos de mucho dolor en caso de que el Gobierno no retome el diálogo con ETA.

Las alarmas, como era de prever, han saltado tan puntuales como inclementes. Es un vómito producto de una garrapata, ha dicho Rosa Díez. Soraya Sáenz de Santamaría, más prudente, se ha limitado a señalar las intolerables amenazas vertidas en el escrito.

Si yo, en este contexto, quisiera defender a Sastre, diría que las amenazas sólo pueden considerarse delictivas cuando el mal amagado es cierto, posible y, de algún modo, está en la mano de quien lo pronuncia. Sastre, en su texto, ni indica que él, personalmente, cometerá delito alguno en contra de la integridad física o moral de nadie, ni tampoco expresa su deseo de que sea un tercero quien lleve a cabo estas acciones. Menos aún enaltece ni habla en nombre de banda armada alguna.

El veterano dramaturgo, textualmente, se limita a pronosticar un futuro de dolor -entiéndanse atentados- si no se sigue el camino esperado por ETA: el de la negociación política.

Si Alfonso Sastre fuese mi cliente, defendería que sus manifestaciones no son más que la constatación de una obviedad: si a ETA no se le da lo que pide, seguirá matando siempre que pueda. Yo, personalmente, coincido en el análisis, por no decir perogrullada. Probablemente, Bin Laden también continuará erre que erre si no consigue sus propósitos. En eso consiste, al cabo, el fanatismo terrorista: en golpear donde más duela, si nadie es capaz de impedirlo.

Hasta aquí la defensa a que todo ciudadano tiene derecho. Probablemente, lo interesante de verdad sería saber qué opina íntimamente Sastre de la violencia etarra. Si la comprende, apoya o incluso bendice. Pero coincidiremos en que la Justicia debe centrarse en analizar hechos, y no pensamientos.

Es que en mi plan de estudios no entraba la cartomancia.

Que igual hasta me vendría bien.

(2) Comments

  1. No a todo said...

    De acuerdo contigo de la cruz a la raya.

    23 de junio de 2009, 2:39
  2. Le poinçonneur said...

    Gracias No a todo. Las cosas como son.

    23 de junio de 2009, 10:29